¿Destrucción o suicido?

4 de junio de 2010

Sórdida acción de repeler el dolor, es un epitafio escrito mucho antes de morir. Así se recicla la maldición que pesa sobre los hombros del personaje que vive en una cólera adscrita a un sentimiento.

Desdichada la palabra que no se juega por el premio mayor, me desangra esa caricia que sabe a mentiras, no se porqué pero sabe a mentiras. El juego se repite y la palabra sigue impasible en los labios que moralmente no quiero, pero deseo con locura.

El cuchillo levanta su hoja y el grito ensordecedor brota en el recuerdo, disfunción mental. Sangre en la boca, se ahoga, me ahoga... dolor incontenible. Putrefacción interna, ¿será la mía?... hay un hedor a muerte cercano. A veces me gustaría matar algo bonito, sentir ese malsano poder de destrucción, quiero comprender ese poder, porqué es tan llamativo, porqué siempre viene hacia este cuerpo que pretende con vestiduras negras solventar un luto de años.

Hay destrucción a mi alrededor, ¿quién crees que lo produjo?, ¿a caso no entiendes tus sombras?... perdición absoluta, es una cárcel llena de muerte y me encuentro agonizando por no pertenecer eternamente a este macabro silencio. Destrucción absurda, es una maquina suicida. Eso son sus labios, una maquina que lleva al suicidio del orgullo, al suicidio de todo lo que como ser puedo resaltar, una simple maquina perfecta, pero suicida.

Tesuer