Una sombra, un susurro, un escenario pintado de color. Perfecto antro de muerte para una sensación, para un recuerdo, para un dolor. Se volvió fuerte el estigma de seguir caminando sin recuerdos buenos, se perdió el momento de luz en una vida pasada. Ahora es un fantasma más, un fantasma que no atormenta mis noches de soledad, un fantasma que camina sin rumbo en los espacios insolubles de una canción que muere en la fé de algunas personas.
Qué descanses, yo ya lo hice!
Fantasmas
30 de junio de 2009
Publicadas por Se me ocurrió a la/s 2:46 p.m.
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6 Delatores:
Yo quisiera estar tranquila, ahora me siento acorralada y asustada... Las víboras nunca van a ser perros domesticados.
Abrazo
No hay que domesticar la víboras, es mejor ser o pretender ser una.
Gracias por comentar
seguro?
Seguro.
Sí... seguro!
(Aaagh!, pero con ese tonito no se oyó como tan seguro, parce!).
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